Cómo la diabetes los destruye desde adentro:
Pérdida de visión
Diabetes y ceguera. Una ceguera permanente. No es posible recuperar la vista afectada por la diabetes, ni siquiera con cirugía láser, porque la retina se desprende debido a múltiples hemorragias.
Destrucción del riñón
El azúcar simplemente bloquea las vías urinarias. Por eso, el entorno de los riñones se vuelve excesivamente dulce. El azúcar actúa como un conservante, preservando los riñones que mueren poco a poco. La insuficiencia renal crónica es solo el comienzo. Los riñones pueden dejar de funcionar por completo.
Pérdida de movilidad en las articulaciones
El líquido sinovial permite el movimiento de las articulaciones. Cuando los vasos sanguíneos dejan de nutrir la articulación, este líquido deja de producirse. La articulación se seca y se deteriora. El paciente siente un dolor insoportable. Ni siquiera los analgésicos ayudan. La articulación se bloquea por completo, y el paciente pierde la capacidad de moverse por sí mismo.
Sistema nervioso vulnerable
Los nervios, al igual que otros órganos, se dañan por el exceso de azúcar. Con el tiempo, los diabéticos se vuelven psicóticos y emocionalmente inestables. Sufren depresión frecuente y nada les hace sentir bien. Lo único que desean es dormir y morir.
¡Pudrición de la piel!
Al principio, la piel se reseca demasiado, aparecen grietas, eccemas y úlceras. Los músculos y los huesos se deterioran bajo la piel. Se produce un olor desagradable. Todo termina en gangrena.